Materiales para piercings
Acero quirúrgico 316L (acero inoxidable) como material para joyas de piercing
El acero inoxidable, también conocido como acero quirúrgico (316L), es un metal precioso que se utiliza principalmente en medicina, pero también es muy conocido en el ámbito de los piercings, donde se emplea con frecuencia.
Todos nuestros productos están fabricados en acero quirúrgico de alta calidad, están pulidos a alto brillo y están homologados para su uso inicial como joyas para piercing. No obstante, puede ocurrir que alguna persona no tolere el material. El metal contiene una proporción muy baja de níquel (normalmente un 0,05 %), ya que está compuesto por una aleación de hierro. El contenido de níquel está ligado a los metales añadidos y, por lo tanto, no se libera, o solo se libera al cuerpo en canales de punción recién perforados o lesionados. En los años 90, el acero quirúrgico fue incluso prohibido para su uso inicial en piercings, pero, como ya se ha descrito, se utiliza a diario en el ámbito médico, todos los instrumentos quirúrgicos están hechos de acero inoxidable, los tornillos que se insertan en el cuerpo para fijar los huesos son de acero inoxidable, entonces, ¿por qué no debería funcionar también en el ámbito de los piercings? Se ha demostrado que el níquel contenido en el acero quirúrgico está ligado al material y encerrado en él, por lo que no se libera en el cuerpo.
A raíz de ello, la Comisión Europea aprobó el 27 de septiembre de 2004 una ley, la Directiva 94/27/CE de la UE, que finalmente levantó la prohibición. Las joyas para piercings de acero quirúrgico 316L pueden volver a utilizarse como joyas de primera intervención. La ley establece que las joyas de piercing de acero están permitidas si no se libera más de 0,2 µg/cm²/semana de níquel, independientemente de la masa total de níquel. Desde entonces, este material vuelve a utilizarse con mucha frecuencia y gusto en el ámbito del piercing. Una gran ventaja del acero quirúrgico 316L es, en particular, que la composición del material es tal que las joyas de acero inoxidable son muy duraderas, tienen una gran resistencia y no se oxidan. Aunque todavía existen algunas dudas sobre este material, realmente se puede recomendar.
El titanio como material para joyas de piercing
El titanio es un material muy apreciado y tiene una gran aceptación tanto en la medicina como en el mundo de los piercings. Es muy solicitado, especialmente como primera joya. El titanio es un material de alta calidad y muy resistente, con un grado de pureza muy alto, de aproximadamente el 99 %, por lo que apenas contiene sustancias extrañas. Es muy ligero, antimagnético y muy popular como joya para piercings. Aunque el titanio es mucho más ligero que el acero, es aún más estable y, además, no contiene níquel ni otras sustancias alergénicas.
La superficie de nuestros piercings de titanio es muy resistente a los arañazos. Son perfectos como primera joya, ya que las propiedades del material convencen por su buena compatibilidad con la piel y su alta resistencia. Al perforar, es menos frecuente que se produzcan inflamaciones en la zona del canal de punción. El titanio puede incluso acelerar la cicatrización de la herida. El titanio es fácil de trabajar y, por ejemplo, se le puede dar diferentes colores mediante un proceso de anodización con un óxido. Esto también se conoce como anodización.
Mediante la oxidación anódica se puede cambiar el color de la superficie del titanio. Con este proceso, el material no pierde sus propiedades y los colores de la superficie pueden ser muy intensos. La gama de colores abarca desde el plateado y el dorado hasta el amarillo, el púrpura, el lila, el verde y el azul claro. El anodizado es en sí mismo solo una ilusión óptica para el ojo humano, generada por este proceso electroquímico. Solo se aplica una fina capa de óxido transparente a la joya. El material en sí no cambia de color. Debido a la particularidad de la incidencia de la luz y el reflejo, el óxido se refracta y se crea la impresión de este cambio de color.

















